La elaboración
Humildad y silencio
A la experiencia y la pasión del viticultor le sucederá el arte y el talento del bodeguero para seleccionar, y después asociar en una elaboración sutil, las promesas de cada viñedo en los ensamblajes. El Chardonnay estará en todos estos ensamblajes, marcando la firma original de la Casa Taittinger. Un estilo único, diseñado desde el principio, del que el Comité de cata es siempre el garante más valioso. Pero nunca hay nada seguro. «Nuestro oficio es fruto de la humildad y del silencio», dijo un día Pierre-Emmanuel Taittinger: la humildad ante la materia viva obtenida del trabajo de la naturaleza y de los hombres, sin garantía de sus evolución y de su resultado; el silencio, el de la paciencia y el del tiempo, necesario para una plenitud perfecta de los vinos antes de encontrar el camino de la luz, el de nuestra felicidad…